El brote del coronavirus ha obligado a las empresas en todo el mundo a tomar medidas preventivas
Los casos del coronavirus COVID-19 aumentan rápidamente día con día en todo el mundo. Sin vacuna y con tratamientos aún experimentales, las empresas de TI están empezando a crear planes de contingencia en caso de que nos enfrentemos a una pandemia de coronavirus.
Ya en 2009 con la gripe porcina H1N1 extendiéndose por varios países, las empresas tuvieron que considerar una planificación pandémica que pudiera afrontar el absentismo que esta enfermedad pudiera representar.
Con este antecedente y la incertidumbre que rodea el futuro del coronavirus, los especialistas de todas partes del mundo recomiendan que se empiecen a poner en marcha todo tipo de acciones preventivas en las empresas.
Proveedores de servicios
En un mundo globalizado, resulta casi imposible que todos los servicios de una compañía se realicen internamente. En el caso de los centros de datos, las instalaciones físicas han dejado de ubicarse dentro de las mismas compañías, para ejecutarse en la nube o a través de un proveedor de software como servicio (SaaS).
Aunque los proveedores de servicio suelen ocuparse de gran parte de la responsabilidad de los datos, es de suma importancia que los negocios se acerquen con todos sus proveedores para conocer y supervisar los esfuerzos y planes de contingencia para afrontar los peligros que el coronavirus puedan representar para los centros de datos, especialmente en el caso del ausentismo.
Si una compañía tiene servicios contratados con un proveedor en alguna de las regiones afectadas por el coronavirus, debe comenzar a desarrollar un plan B que puede consistir en recuperar el control de sus servicios, para realizarlos inhouse o buscar un nuevo proveedor que tome la estafeta.
Ausentismo
Es muy común que las empresas de tecnología cuenten con una fuerza laboral global para lograr proveer sus servicios tecnológicos a negocios de todo el mundo. Mantener seguros a todos los empleados de una empresa de este tipo, puede ser un enorme reto.
Mantener una alta disponibilidad ante una potencial pandemia de coronavirus que podría causar un alto ausentismo a nivel mundial, no es una tarea sencilla. Pero el objetivo primordial es asegurar la continuidad del negocio.
Garantizar la continuidad del negocio
El trabajo a distancia es una gran alternativa en caso de que acudir a la oficina sea imposible. Al podernos conectar desde cualquier lugar, el home office no sólo ha permitido un ahorro sustancial para las empresas y un mejor estilo de vida para los empleados, sino que se ha convertido en la mejor solución frente a desastres de todo tipo.
La globalización puede hacernos más susceptibles a interrupciones por pandemias, y el coronavirus podría ser la amenaza más latente para las empresas. Pero poder trasladar los servicios y las fuerzas de trabajo a espacios y ambientes seguros para trabajar de forma remota, es la mejor estrategia para garantizar la continuidad operativa.
Planificación de pandemia
Aunque todavía no contamos con mucha información sobre el coronavirus, su gravedad y nivel de amenaza o alcance geográfico, varios grupos de investigación empresarial y firmas de consultoría como Gartner y Forrester Research consideran prudente iniciar con preparativos preventivos. Pues al no estar contenido todavía el coronavirus, los negocios podrían verse perjudicados durante un largo periodo de tiempo.
De hecho, la firma de consultoría Gartner ha empezado a sugerir a sus clientes el desarrollo de un plan para enfrentar al coronavirus. Este plan consiste en una reestructura empresarial considerando un 25% de ausentismo del total de la fuerza laboral. Esta cifra, basada en lo que se vivió con otras pendemias como el SARS y el H5N1.
Aunque Gartner en ningún punto ha predicho una pandemia, asegura que contar con un plan preventivo puede ser sumamente beneficioso para cualquier negocio, puesto que podría evitarse cualquier interrupción de negocio. Se trata de una estrategia de continuidad comercial a la que se le conoce como planificación de pandemia.
Esta estrategia suele recaer en el área de RRHH al enfocarse principalmente en la afectación a empleados. Siendo responsable del bienestar, rendimiento físico, emocional y mental de los empleados, Recursos Humanos debe velar por cada una de las personas que forman parte de la organización. Por su parte, el área de TI debe velar por el bienestar de las plataformas tecnológicas de la empresa.
Subestimando al coronavirus
Aunque a lo largo de la historia nos hemos enfrentado a importantes epidemias, desafortunadamente las empresas siguen sin estar preparadas para enfrentarlas. Ataques cibernéticos, tsunamis y huracanes son amenazas para las que los negocios están bien preparados, pero se han olvidado de las pandemias. Hoy, con el coronavirus sumando todos los días más víctimas, las empresas deben entender que se encuentran más vulnerables que nunca.
En opinión de Stephanie Balaouras, autora principal del informe de planificación pandémica y vicepresidenta del Grupo Forrester:
“Muchos planes de continuidad del negocio siguen haciendo demasiado hincapié en las interrupciones tecnológicas como el escenario más común. Un brote generalizado de enfermedades causará estragos en los recursos humanos, las adquisiciones, la producción y todos los demás aspectos del negocio”.
Para asegurar la continuidad comercial, Forrester recomienda como principal solución, la implementación de tecnologías de acceso remoto. De hecho, una encuesta suya reveló que el 88% de los tomadores de decisiones citó este como el principal paso de contingencia ante el coronavirus.
De la misma forma que las empresas son más vulnerables hoy en día a una epidemia de coronavirus gracias a al aumento de viajes internacionales y a una plantilla global; las nuevas tecnologías y los procesos de trabajo han mejorado la capacidad de las organizaciones para trabajar de manera remota y asegurar la continuidad de los negocios ante cualquier circunstancia.