Crear entornos de redes remotas seguras ha sido el mayor reto al que han tenido que enfrentarse las empresas por el COVID-19. En la encuesta “Los retos del acceso remoto para el futuro del home office” realizada por Netmedia Research; el 50% de las empresas encuestadas debió acelerar sus estrategias cloud frente la pandemia.
Aunque algunas de las estrategias más utilizadas incluyen el uso de la Red Privada Virtual (VPN), infraestructura de escritorio virtual, puntos de acceso WiFi seguros y SD-WAN para uso doméstico; todas ellas tienen algunas desventajas.
De acuerdo a la firma de consultoría Gartner, estas herramientas suelen tener un rendimiento deficiente, vulnerabilidades de seguridad y pueden resultar difíciles de usar para los empleados que apenas comenzaron a trabajar desde casa.
Si el home office llegase a convertirse en una circunstancia permanente, los departamentos de TI deberán encontrar una mejor opción en lo que lo acceso remoto se refiere, para el largo plazo.
Requerimientos esenciales para el home office
Para que los empleados de una compañía realicen home office, se requiere mucho más que una computadora portátil y acceso a internet. Se necesita acceso a aplicaciones empresariales desde cualquier dispositivo, lugar y red disponible. Además, conexiones rápidas y de baja latencia son un requisito para que se puedan utilizar aplicaciones críticas como VoIP, video y SaaS.
En cuestión de seguridad los datos sensibles deben encriptarse en el dispositivo final y cuando estén en movimiento. En este sentido, la tecnología de seguridad basada en la nube tiene la capacidad de protección contra el malware, la suplantación de identidad y la prevención de pérdida de datos.
Por otra parte, la seguridad de los empleados debe basarse en su identidad en lugar de en la ubicación. Todos los accesos y la tecnología de inicio de sesión único se verán agilizados con la identidad del usuario.
Por último, es importante considerar solución fácil de instalar, simples de operar y muy flexibles; dado que el personal de TI deberá de brindar apoyo a los usuarios remotos. El área de TI se encargará de un gran número de dispositivos, redes y aplicaciones que se utilizarán en los hogares de cientos o miles de personas; el aprovisionamiento, la gestión y la resolución de problemas de inteligencia centralizados serán fundamentales para el correcto funcionamiento de los sistemas.
Los especialistas deben pensar en la planificación estratégica de una arquitectura convergente que se enfoque tanto en soluciones de red como de seguridad. Sólo de esta forma, el tráfico de información desde un centro de datos a los equipos remotos de los empleados que trabajen desde casa, podrá cumplir con los estándares de calidad que se requerirán para el futuro del trabajo remoto.